La discusión o conversación a gritos, que hay quien sólo sabe hablar vociferando, la pillo a medias y mi entrada no interrumpe a los tertulianos que apenas me dedican una mirada. El de la barra tampoco, aunque mi café no tarda ni un minuto en estar delante de mí. Ventajas de ser ya un habitual.
- Yo no miento nunca, joder. Cuando digo la verdad, no miento.
-¡¡¡Noshajodío!!! Ni tú ni nadie -Tipo Bajito sonríe apurando su chupito.
-Ahí te equivocas, te equivocas del todo.
Un dedo grueso de uña retorcida se alza como una señal de peligro. Todos estamos pendientes de Sabio (es el nombre que le he dado al tipo en cuestión. No está todos los días en el bar pero cuando está, siempre da una lección de algo. Sabe de todo o eso creen los demás y él mismo).
-Yo sé que no miento cuando digo la verdad.
-Coño, Ismael -exclama débilmente Tipo Bajito sin ir más allá, el esfuerzo por entender la afirmacion del otro es superior a sus fuerzas.
-Yo, amigo mío, -afirma Sabio agitando ese dedo admonitorio-, sé de lo que hablo y cuando afirmo algo, sé que es cierto.
Tipo Bajito abre la boca aunque la cierra enseguida, se ha quedado sin habla. Sabio sonríe, paternal.
-No tienes ni idea de la cantidad de ignorantes que va por ahí soltando mentiras sin saberlo. ¡Y muchos salen hasta en la tele! Y así nos va. La mayoría de la gente no miente, son unos pobres ignorantes, nada más.
A estas alturas Sabio tiene a todo el bar con gestos de ¡cuánta razón tienes!
-Yo tampoco es que sepa mucho -alardea con una modestia falsa, falsísima-. Pero cuido lo que digo, así que, amigo mío -el dedo vuelve a centrarse en Tipo Bajito que está concentrado en prender un pitillo-. Si digo la verdad, es la verdad.
Pago y me voy, tengo prisa. Pero las palabras de Sabio me acompañan. Por lo general es un declamador de "verdades vitales" al que no presto demasiada atención, pero hoy me ha dado que pensar.
- Yo no miento nunca, joder. Cuando digo la verdad, no miento.
-¡¡¡Noshajodío!!! Ni tú ni nadie -Tipo Bajito sonríe apurando su chupito.
-Ahí te equivocas, te equivocas del todo.
Un dedo grueso de uña retorcida se alza como una señal de peligro. Todos estamos pendientes de Sabio (es el nombre que le he dado al tipo en cuestión. No está todos los días en el bar pero cuando está, siempre da una lección de algo. Sabe de todo o eso creen los demás y él mismo).
-Yo sé que no miento cuando digo la verdad.
-Coño, Ismael -exclama débilmente Tipo Bajito sin ir más allá, el esfuerzo por entender la afirmacion del otro es superior a sus fuerzas.
-Yo, amigo mío, -afirma Sabio agitando ese dedo admonitorio-, sé de lo que hablo y cuando afirmo algo, sé que es cierto.
Tipo Bajito abre la boca aunque la cierra enseguida, se ha quedado sin habla. Sabio sonríe, paternal.
-No tienes ni idea de la cantidad de ignorantes que va por ahí soltando mentiras sin saberlo. ¡Y muchos salen hasta en la tele! Y así nos va. La mayoría de la gente no miente, son unos pobres ignorantes, nada más.
A estas alturas Sabio tiene a todo el bar con gestos de ¡cuánta razón tienes!
-Yo tampoco es que sepa mucho -alardea con una modestia falsa, falsísima-. Pero cuido lo que digo, así que, amigo mío -el dedo vuelve a centrarse en Tipo Bajito que está concentrado en prender un pitillo-. Si digo la verdad, es la verdad.
Pago y me voy, tengo prisa. Pero las palabras de Sabio me acompañan. Por lo general es un declamador de "verdades vitales" al que no presto demasiada atención, pero hoy me ha dado que pensar.
Publicada el 25 de abril 2009 en Letras para Soñar
Ignorantes que sueltan mentiras sin saberlo... Cuidado no reflexiones demasiado que puede ser nocivo para tu salud.
ResponderEliminar;-)
¡Y muchos salen hasta en la tele ! añado, Milagros, ....
ResponderEliminarPero que razón tiene "Sabio".
Fdo: Vaca pollo